a) Lectura del texto
-Jesús predicó en la sinagoga, en las casas, en el campo, junto al lago, caminando… Aquí se integra en el lugar de culto habitual de los judíos.
-Enseñaba con autoridad.
La enseñanza de Jesús va más allá de las enseñanzas rituales, repetitivas, en las que a veces se convierte la predicación religiosa (en cualquier de las instituciones religiosas establecidas). Es una autoridad que procede de su doble contemplación: del rostro de Dios en la oración y de la vida de las personas en su realidad concreta de cada día. La realidad iluminada por el amor de Dios produce una palabra que tiene la autoridad de la VERDAD.
-Manda incluso a los espíritus inmundos y le obedecen. Frente a la Verdad de Dios y de la Vida no resisten los espíritus de la corrupción, la MENTIRA y la muerte. Desde su verdad de la vida Jesús se hace liberador.
b) Meditación
-¿Cómo vivo mis prácticas religiosas: en la verdad liberadora o en la rutina mentirosa?
-¿Existe en mí alguna parte de mentira que debe ser liberada?
lunes, 11 de enero de 2010
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