lunes, 4 de enero de 2010

JUAN 21


1) Se trata de un epílogo, un segundo final. Cfr Jn 21, 30-31.
2) Habla de la misión evangelizadora de la Iglesia.
3) La primera parte está construida sobre un relato de Pesca milagrosa. Cfr Lc 5, 1-11.

4) La escena sucede en el lago de Genesaret o Tiberíades, donde Jesús había conocido y llamado a Pedro, Andrés y los hijos del Zebedeo (Santiago y Juan). De alguna manera, los discípulos habían vuelto a un lugar familiar, tanto por su experiencia de familia como de Jesús. En momentos de confusión y dolor, buscan refugio en experiencias positivas del pasado. (Como el toro que se refugia en las tablas).

5) Los discípulos reunidos era siete: cinco identificados por su nombre, dos anónimos. ¿Dónde estaban los otros cuatro? Puede que estuvieran ausentes por alguna razón válida o que su crisis fuera más fuerte que la de los otros. El grupo se mantiene razonablemente unido, pero no unánime. ¿No es demasiada pretensión querer que en la Iglesia todo funcione a la perfección, que nadie entre en crisis?
Tenemos que aceptar los límites, las frustraciones y hasta las divisiones. Entre los presentes estaba Tomás, al que en el capítulo anterior se nos había mostrado como dubitativo, pero que en Jn 11, 16 está dispuesto a morir con Lázaro.

6) Pedro: Aparece como líder, pero no se impone. Simplemente toma la iniciativa, algo que esperaban los demás. El liderazgo se muestra no en asumir privilegios o hacer gala de poder, sino en tomar iniciativas que todos están necesitando y esperando. Iniciativas no impuestas sino propuestas.
7) “Vamos contigo”. La comunidad se une a la iniciativa, con buen ánimo. Entre ellos reinaba un aprecio y respeto mutuo. Ese ambiente se crea cuando nadie se quiere imponer sobre los demás, cuando se permite que todos se expresen libremente, cuando se crea en el grupo un sentimiento de pertenencia. “Salieron juntos”.
8) “Pero aquella noche no lograron pescar nada”. Los discípulos seguían en la noche, un periodo negativo, en el que nada parecía funcionar. La comunidad, incluso bien avenida, puede encontrarse en tiempo de esterilidad.
9) “Al clarear el día”. Si a pesar de no pescar nada, aguantamos toda la noche pescando, en la tarea estéril, aburrida, llegará el amanecer con nuevas esperanzas. Lo preocupante no es la noche, sino nuestra falta de fe, nuestro cansancio, nuestra falta de perseverancia.
10) “Se presentó Jesús en la orilla del lago”. En la historia de la Iglesia, después de cada noche, siempre aparece Jesús como lucero del alba. ¿Aparecerá ahora? Hombres de poca fe. La duda no es si aparecerá, sino si lo estamos esperando? “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿habrá fe sobre la tierra?
11) “Pero los discípulos no lo reconocieron”. Lo mismo le pasó a la Magdalena, a los discípulos de Emaús y a los reunidos en el Cenáculo. Es que Jesús, siendo el mismo, tiene ahora una apariencia diferente. Ahora es el Resucitado que, pro obra del Espíritu, aparece de maneras diversas. ¿Por dónde aparecerá Jesús después de nuestra noche? ¿Estamos con los ojos abiertos y el corazón disponible para reconocerlo?
12) “Echen la red a la derecha” ¿Alguien se preocupa por nosotros? ¿Alguien nos da un consejo? No lo desechemos.
13) “Echaron la red y se llenó”.Si sabemos escuchar, si aprendemos, si nos abrimos, se hará el milagro.
14) “Es el Señor”. Es el momento de reconocer la presencia del Señor.
15) “Venid a comer”. Celebrar, gozar de la comunidad, servirse mutuamente, aportar el pescado
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autor: Antonio

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